Al guatemalteco se le propuso mejorar su condición y la de su familia, y ser aprendiz de barbero. Inmediatamente aceptó y esto pasó.
Edwin Estuardo es uno de los miles de guatemaltecos que resultó afectado por la crisis sanitaria causada por el covid-19, pero aceptó el reto de mejorar su condición por medio de una profesión. Ahora es aprendiz de barbero.
Fue encontrado en la Avenida Reforma, en el sector hotelero de la capital de Guatemala. Estaba acompañado por su pequeña hija, con quien vendía paletas para sobrevivir.
Quien lo encontró en la calle fue José Madero, el dueño de la academia de barbería Pepe Barbero, ubicada en a unas cuadras del sitio en el cual estaba Edwin Estuardo con su hija.
En las palabras que cruzaron los dos, Edwin Estuardo explicó que antes de la pandemia él trabajaba en el transporte público, pero que con la crisis tuvo que dejar su labor.
Por eso se tuvo que ir a las calles y vender dulces a conductores de vehículos y a transeúntes.
Madero le regaló comida a la hija de Edwin Estuardo y a él le dio Q100 para que pudiera pasar su día. Pero, para completar su apoyo, le dijo que quería enseñarle a cortar el cabello en su academia de barbería.
Le dio la dirección y las instrucciones para llegar e iniciar con su capacitación.
Acepta ser aprendiz
Edwin Estuardo aceptó la invitación de Madero y fue a la academia, con la ilusión de mejorar las condiciones de vida de su familia.
Los días pasaron y poco a poco fue conociendo las técnicas para cortar el cabello, moldear su trabajo final y complacer los pedidos de sus clientes.
Madero le había ofrecido regalarle una máquina cortadora de cabello para que pudiera poner en práctica sus nuevos conocimientos.