En Chapines USA celebramos a las guatemaltecas y conmemoramos el trabajo que ellas hacen dentro y fuera de su país de origen.
Este martes 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, por lo cual, en Chapines USA, queremos recordar a cinco guatemaltecas que se encuentran en Estados Unidos y que han demostrado su compromiso con los chapines, lo que causó que se les reconozca como líderes.
Las guatemaltecas
Gladiz Romero es una guatemalteca radicada en Los Ángeles, en California. Ella busca promover a su país de origen en la unión americana al vestir casi todo el tiempo los trajes típicos de las diferentes regiones de Guatemala.
Además, impulsa la cultura chapina con grupos de danza folclórica. Nació en la capital guatemalteca, pero creció y vivió en Quezada, un municipio de Jutiapa.
Marla Rodas, una chapina originaria del municipio de Malacatán, en San Marcos, se dedica a las letras en Los Ángeles, en California, en donde ha sido la autora de varios libros.
Su amor por la poesía y la escritura se formó durante sus años de infancia, y el deseo por expresarse a través de las historias y relatos fue algo que concretó con los años.
Karla Alonzo, nacida en Suchitepéquez, logró establecerse en EE. UU. y ganar el corazón de cientos de personas. ¿Cómo lo hizo? Por medio del estómago.
Ella montó su propio negocio en Washington DC, que al principio era un food truck y que con el tiempo se sumaron dos locales en los que los comensales pueden ir a recoger sus alimentos o disfrutarlos allí mismo.
Denisse Marroquín, originaria de Tiquisate, en Escuintla, también vio en el arte culinario de los guatemaltecos una oportunidad para promover a su país de natal.
Todo ocurrió en 2020, por la pandemia de covid-19 y el deseo de compartir con ciudadanos de otras naciones, radicados en EE. UU., los platillos típicos chapines.
Edna Valenzuela es otra guatemalteca que encontró en las letras un medio para ayudar a los niños chapines en EE. UU. no solo a leer y al mismo tiempo a conocer los sitios turísticos del país centroamericano.
La iniciativa surgió cuando sus pequeñas hijas gemelas le preguntaron por Guatemala, entonces se dio cuenta de que no había libros para ayudarles a aprender de este tema.