Varios cientos de migrantes irregulares permanecen en EE. UU. bajo la vigilancia de las autoridades a través de sus teléfonos móviles.
Unos 200 mil indocumentados están bajo vigilancia electrónica a través de una nueva aplicación de celular, como parte de un polémico programa considerado por defensores de los migrantes como una alternativa innecesaria a la detención, que además viola la privacidad y se presta para abusos.
Activistas y organizaciones hispanas y defensoras de los derechos humanos consideran que aunque a simple vista parece mejor que el grillete electrónico, las autoridades migratorias lo usan a su antojo sin reglas claras.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) confirmó que 191 mil 988 migrantes son vigilados actualmente mediante el Programa de Supervisión Intensiva (ISAP, por sus siglas en inglés), una de las «alternativas a la detención» por la cual ha apostado el gobierno de Joe Biden como una opción «más humana» al encierro.
A través de la aplicación para teléfonos inteligentes SmartLink, los oficiales de ICE siguen de cerca los pasos de los indocumentados, que tienen que reportarse frecuentemente y enviar una selfi.
«Cada martes a las 11 de la mañana debo enviar una imagen de mi rostro a inmigración», dijo Danny Sánchez, un abogado venezolano solicitante de asilo a quien ICE lo mantiene vigilado mediante SmartLink.
Otros reciben alarmas en los dispositivos que ICE les proporciona, para que coloquen la respectiva fotografía. Sánchez, como muchos, se entregó a las autoridades en la frontera con México.
Derechos de migrantes
Esta es una práctica que viola la privacidad de los migrantes, según los grupos civiles, que además la consideran innecesaria si se tiene en cuenta que la mayoría de los indocumentados ni siquiera tienen antecedentes criminales.
Así lo consideró la Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), de la Universidad de Syracuse, en Nueva York, de acuerdo con los datos que recabó.