Adolescente originaria de Joyabaj, Quiché era explotada en planta de carnes en Nebraska; en la escuela donde estudiaba se dieron cuenta y fue reportado a las autoridades.
Recientemente el diario The New York Times y The Washington Post hicieron reportajes acerca de que muchos menores migrantes llegados a EE.UU. sin la compañía de sus padres acaban realizando trabajos que nadie quiere en condiciones muy duras.
Uno de los periódicos habló con más de 100 menores migrantes en 20 estados que trabajan en mataderos de Delaware, Misisipi y Carolina del Norte; como techadores en Florida y Tennessee; o como aserradores de madera en turnos nocturnos en Dakota del Sur.
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Pero uno de los casos que más llamó la atención fue el publicado por The Washington Post, acerca de una niña guatemalteca que a sus 13 años trabajaba para Packers Sanitation Services, una empacadora y procesadora de carnes que fue multada con 1.5 millones por haber empleado ilegalmente a al menos 102 niños sometidos a condiciones peligrosas en 13 plantas.
El caso de la niña guatemalteca
De acuerdo con los medios estadounidenses, la niña guatemalteca originaria de Joyabaj, Quiché fue llevada por su madre a Estados Unidos de manera ilegal, y pese a que estudiaba, también trabajaba en turnos nocturnos.
Según declaraciones de la guatemalteca al Washington Post ella emigró a Estados Unidos en 2016, la niña estaba en Guatemala, pero en 2021 luego de trabajar cinco años en una empacadora de carne pagó a "coyotes para que le llevaran a sus dos hijas.
La guatemalteca, quien no quiso identificarse narró que no quería que su hija trabajara, pues estaba estudiando; no obstante, la menor llenó una solicitud en línea para trabajar en verano para ganar dinero y comprarse un teléfono y ropa.
Tres meses
La menor contó al periódico estadounidense que trabajó tres meses en la planta de carnes. "Allí sacaba la basura y limpiaba tarjas, pero tuvo que dejar de hacerlo después de que su escuela se enteró de que tenía quemaduras en la piel causadas por el contacto con productos químicos abrasivos".
La escuela notificó a las autoridades locales, que ya habían recibido reportes de niños trabajando en la planta de carne, incluido uno de 14 años que se quemó las manos, y otra de la misma edad que se quedó dormida en su escuela después de haber trabajado un turno nocturno.
Ahora el padrasto de la niña enfrenta cárcel por explotación infantil, pues era el quien llevaba a la joven a la planta todas las noches. La madre también es acusada de conseguir documentos falsos para que contrataran a su hija.
El hombre y la mujer afirmaron al periódico estadounidense que están aterrorizados "ante la posibilidad de ser deportados a Guatemala, el país desde donde emigraron. “No tengo palabras”, declaró la madre al medio citado de acuerdo con Telemundo, que también realizó una investigación de explotación infantil en EEUU.
Actualmente el Departamento de Trabajo tiene en marcha más de 600 investigaciones de posibles empleos ilegales de menores de edad.
*Con información de EFE, Washington Post y Telemundo
Fotos: Municipalidad de Joyabaj y Pixabay