Dan último adiós a niña chilena muerta por policía y exigen justicia
El reverendo Al Sharpton recordó que por más de tres décadas se ha exigido justicia contra el Departamento de Policía de Los Ángeles.
Entre demandas de justicia y en favor de una reforma a las agencias del orden en Estados Unidos, familiares, amigos, y defensores de los derechos civiles dieron el pasado lunes 10 de enero el ultimo adiós en Los Ángeles, en California, a la adolescente chilena Valentina Orellana Peralta, quien murió por un disparo de un policía de la ciudad el 23 de diciembre de 2021.
El reverendo Al Sharpton, prominente líder de los derechos civiles en EE. UU., fue el encargado de dar el mensaje principal en el funeral, en el que pidió vehementemente “justicia» para la adolescente de 14 años y una reforma a las agencias policiales en todo el país.
Orellana Peralta, quien había inmigrado a EE. UU. con su madre hacía seis meses, desde Chile, murió en medio de un operativo del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés) para detener a un sospechoso de agredir a clientes en una tienda de ropa en el sector de North Hollywood, un incidente que lamentó el presidente estadounidense, Joe Biden.
Justicia retardada
Sharpton condenó el que por décadas las agencias del orden no han aplicado medidas para desescalar situaciones de peligro, y recordó sus esfuerzos para que se realicen cambios en las políticas aplicadas por la Policía de Los Ángeles.
El operativo de agentes del LAPD se dio tras varias llamadas de alerta sobre un posible asalto con arma mortal y avisos posteriores acerca de disparos en la tienda Burlington Coat Factory.
Al llegar, los oficiales comenzaron una búsqueda en el lugar, durante la cual localizaron a una mujer ensangrentada y, a poca distancia, un sospechoso. Uno de los policías disparó tres veces con su rifle automático contra el hombre, que murió en la escena.
Al menos una bala atravesó la pared de un probador donde Valentina se encontraba con su madre, Soledad Peralta. La adolescente murió en los brazos de su mamá, que no pudo hacer nada para salvar la vida de su hija.
«No es racional que (la Policía) entre en una tienda dos días antes de Navidad y persiga a un hombre sin que se hubiera podido realizar una desescalada de la situación», consideró Sharpton.
Además, recordó las décadas de denuncias contras el LAPD tras la golpiza propinada por oficiales de esa corporación en 1991 al afroamericano Rodney King, un suceso que desató revueltas que marcaron la historia de la ciudad.
Investigaciones
El jefe del LAPD, Michel Moore, prometió transparencia en las investigaciones y lamentó el hecho desde el mismo día en que ocurrió. El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, también prometió una pesquisa.
El fiscal general de California, Rob Bonta, también realiza una investigación del hecho.
Las imágenes editadas de las cámaras corporales de los agentes que participaron, fueron reveladas cuatro días después del incidente.
William Dorsey Jones Jr., de 42 años, fue el oficial que disparó. Actualmente está de licencia pagada mientras se investiga el hecho.