El 4 de julio es una fecha llena de significado histórico y una oportunidad para que los estadounidenses celebren su independencia y su espíritu patriótico. A través de desfiles, fuegos artificiales y reuniones familiares, los ciudadanos honran el legado de aquellos visionarios que hace más de dos siglos dieron el primer paso hacia la construcción de una nación libre y democrática.