La goleadora chapina Aisha Solórzano se convierte en la esperanza de Guatemala en su camino hacia la primera Copa Oro Femenina.
La goleadora Aisha Solórzano se convierte en la esperanza de Guatemala en su camino hacia la primera Copa Oro Femenina. La estratega Karla Alemán la convoca para un micro ciclo fuera de fecha FIFA, demostrando la importancia de la delantera para la selección.
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Rumbo al segundo encuentro ante Jamaica, decisivo para avanzar en la fase de grupos de la Copa Oro Femenina, la Selección Nacional de Guatemala se prepara intensamente. La estratega Karla Alemán ha convocado a Aisha Solórzano, la goleadora enfranjada, para un micro ciclo especial que refleja la determinación de la selección guatemalteca.
Sin embargo, Savianna Gómez, la segunda jugadora chapina en las filas del Puebla Femenil, no estará presente en esta convocatoria debido a compromisos académicos. Sin embargo, se espera que la dupla dinámica de Solórzano y Gómez regrese en la convocatoria final, consolidando su conexión en el terreno de juego.
Una jugadora importante
Aisha Solórzano se ha convertido en la pieza fundamental que mantiene viva la esperanza de las guatemaltecas para clasificar directamente a la Copa Oro W. Su gol en el primer encuentro contra Jamaica, que terminó en empate 2-2, fue crucial para dejar a Guatemala con cuatro puntos en la tabla general del Grupo B.
Actualmente, Guatemala ocupa el segundo lugar en el Grupo B, junto con la Selección Mexicana. Una victoria frente a Jamaica pondría a las chapinas en el radar de la sorpresa, destacando por su nivel de juego y determinación. Solórzano, con su potencia en la delantera, ha demostrado ser una jugadora decisiva en momentos cruciales.
De Puebla a la mira de más equipos
La actuación destacada de Solórzano en el Puebla Femenil no ha pasado desapercibida. Con ocho goles en el Apertura 2023, la número 30 de La Franja ha captado la atención de otros clubes de la Liga MX Femenil. Incluso se rumorea que las Águilas del América podrían estar interesadas en contar con sus servicios. ¡Que pilas!