Agentes de la Patrulla Fronteriza aseguran sentirse frustrados por las directivas migratorias de la administración del presidente, Joe Biden.
Agentes de la Patrulla Fronteriza en Arizona y Texas que hablaron en anonimato dijeron que se sienten hartos de ser niñeras de niños migrantes.
Expresaron su enojo por las limitaciones que, sienten, enfrentan a la hora de hacer su trabajo.
Algunos uniformados están considerando el retiro temprano o transferirse a otras fuerzas del orden.
«El trabajo de un agente de la Patrulla Fronteriza es proteger la frontera, evitar que personas entren de manera ilegal al país, frenar el tráfico de drogas, pero en estos momentos no estamos haciendo ni uno, ni lo otro», dijo uno de los agentes.
Frontera fuera de control
El aumento en el flujo migratorio de familias migrantes y de menores no acompañados ha «superado» todos los recursos existentes.
En abril pasado los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), de la que forma parte la Patrulla Fronteriza, arrestaron a más de 178.000 migrantes.
Solo entre marzo y abril, los agentes fronterizos interceptaron a más de 36.000 menores no acompañados.
Estas cifras desbordaron la capacidad de CBP de atender en sus instalaciones a estos menores.
EFE