Juan Mejía, un joven de Santa Cruz del Quiché recibió 13 azotes como castigo por haber robado tres cilindros de gas.
Las autoridades indígenas de Santa Cruz del Quiché, situado en el noroccidente de Guatemala, aplicaron un castigo ancestral a Juan Antonio Mejía Tzunún, de 20 años.
El joven quichelense fue sorprendido robando tres cilindros de gas en el mercado municipal. Lo hizo el pasado fin de semana, cuando estaba bajo efectos de licor.
La corrección consistió en hacerlo caminar por el parque, encadenado y cargando los tres cilindros de gas. Después, subió a la concha acústica y recibió el «Sagrado Xicay», la aplicación de 13 azotes con ramas de durazno o membrillo.
13 azotes recibió Juan Mejía El joven robó tres cilindros de gas
Joven había robado antes
El alcalde indígena, Juan Zapeta, encargado de aplicar la sanción, indicó que no es la primera vez que el joven comete un robo en la comunidad indígena.
«Ha robado en una tienda, en una cerería y a su patrón que le enseñó a tejer. La mamá dice que le ha llamado la atención muchas veces, pero él solo tomando -licor- se mantiene».
Juan Zapeta, alcalde indígena de Santa Cruz del Quiché
A continuación, te mostramos el vídeo que deja ver la sanción al joven Juan Mejía:
Práctica ancestral
El castigo ancestral es una práctica de los pueblos indígenas en Guatemala para corregir a las personas que cometen alguna falta.
Hay distintas formas de sanciones, dependiendo la falta, entre las que podemos mencionar: resarcimiento económico, aplicación de azotes y el destierro.
El asunto de la corrección es avergonzar a quien cometió el robo, en el caso de Juan Mejía, e infundir miedo al resto de la población, que se reúne en el parque para observar la sanción, para sentar un precedente e impedir que el acto se repita.
Aquí te dejamos otro ejemplo de castigo en Santa Cruz del Quiché:
Cómo obtener el perdón migratorio y otros consejos legales para guatemaltecos.