Grupo de personas viajó a la laguna de Chicabal, ubicada en el centro de un cráter volcánico de Guatemala, para agradecer a la naturaleza por la lluvia, con ofrendas de flores de muchos colores, velas y rezos.
Marta Rivera viajó 20 kilómetros hacia la laguna de Chicabal, ubicada en el centro de un cráter volcánico en el oeste de Guatemala, para agradecer a la naturaleza por la lluvia, con ofrendas de flores de muchos colores, velas y rezos.
Rivera, de 56 años, armó un altar de flores y rindió una ofrenda, al igual que otras 200 personas, que acudieron, como todos los años, a la laguna de Chicabal para elevar una plegaria por las lluvias y sus cosechas.
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Esta laguna, considerada sagrada por el pueblo maya mam, está asentada en el cráter del volcán Chicabal a 2,000 metros de altura sobre el nivel del mar y se ubica en el departamento (provincia) de Quetzaltenango, 220 kilómetros al oeste de la Ciudad de Guatemala.
"Es una tradición venir a este lugar sagrado 40 días después de semana santa para dar gracias a Dios por la santa lluvia. Además, pedimos salud y alegría", dijo Rivera, después de rezar de rodillas y descalza en la orilla del agua cristalina, frente a un altar de flores amarillas y rojas.
"La lluvia es bendita, sin ella no hay vida, por eso venimos a celebrar alrededor de esta santa laguna", agregó Rivera, quien al igual que los demás visitantes tuvo que caminar durante al menos 40 minutos entre la montaña para ascender a la laguna y participar en la tradición conocida como La Rogativa de la Lluvia.
EFE
De generación en generación
Celestino Romero, de 35 años, utilizó su machete para retirar la arena de la orilla de la laguna y así poder sembrar unas ramas donde colocó su altar de rosas y tulipanes en medio de la neblina que envuelve el cráter.
Romero asegura que esta es una tradición "ancestral" y que fue enseñada por generaciones pasadas.
"Yo vengo cada año desde que era niño y mis abuelos fueron quienes nos enseñaron a pedir por la lluvia para tener abundancia en nuestras cosechas", indicó Romero.
La mayoría de visitantes provienen de los municipios aledaños a la laguna y donde la mayoría de pobladores se dedican a la siembra de maíz, papa, frijol y algunas otras legumbres.