Guistillo Rivera, originario de El Progreso falleció ahogado el pasado 3 de julio junto a otros dos amigos guatemaltecos, luego de intentar rescatar a un niño de un río. Los tres vivían en Oakland.
Un fin de semana de luto, conmoción y lágrimas vivieron pobladores de Sanarte, El Progreso y Canalitos, zona 24 de Guatemala luego de darle cristiana sepultura a Guistillo Rivas y Danilo Solórzano, dos de los tres guatemaltecos fallecidos el 3 de julio en un río de California.
Rivas era originario de Sanarate y era muy conocido en su municipio por ser un líder comunitario y sus proyectos altruistas con varias familias del lugar.
Descanse en paz Guistillo Rivas, Dios le reciba en sus brazos, un ser humano que deja huella en nuestro pueblo Sanarate, en nuestra gente más humilde. Brille para él la luz perpetua", fue el mensaje que la vecina Zoila Pérez dedicó al sanarateco.
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Como esa prueba de agradecimiento, muchas más se escucharon durante los servicios religiosos.
En el cementerio local, la gente recordó todas las obras sociales que Guistillo, como era conocido hizo por la población y le fue dedicado un minuto de aplausos. También fue declarado Sanarateco de Oro y recibió múltiples homenajes por parte de instituciones a las que apoyó.
Llega a Canalitos
El cuerpo una segunda víctima mortal también fue repatriado a Guatemala, se trata de Danilo Solórzano Gutiérrez, de Canalitos, quien fue velado en su casa, además se ofició una misa de cuerpo presente y fue sepultado el sábado por la tarde.
Se informó que la tercera víctima Edwin Pérez de Concepción Tutuapa, San Marcos recibiría el último adiós en su lugar de origen.
Tragedia en día de diversión
El fin de semana"largo" por la celebración de la Independencia de EEUU el 4 de Julio, se tornó en pesadilla para el grupo de amigos y familiares guatemaltecos, residentes en California, luego de que los tres amigos fueran arrastrados por las corrientes del río San Joaquín en Sacramento, después de salvar a un niño de ocho años, quien corría peligro de ahogarse.
Sus cuerpos fueron encontrados e identificados un día después. Los tres connacionales residían en Oakland, California Estados Unidos desde algún tiempo.