Científicos advierten, que incluso con las medidas modernas de control de inundaciones, una "gran" tormenta podría dejar partes de ciudades como Sacramento, Stockton, Fresno y Los Ángeles "bajo el agua".
El cambio climático ha duplicado las probabilidades de que se desaten “megatormentas” en California que causarían inundaciones catastróficas y dejaría importantes ciudades bajo el agua, advirtió un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Los científicos de UCLA y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica descubrieron que California vive con un “gigante dormido”, como definen a la que sería una “megatormenta” que inundaría los principales valles con flujos de agua de cientos de millas de largo y decenas de millas de ancho.
El estudio se basó en “La Gran Inundación”, una tormenta de 30 días que en 1862 provocó inundaciones de 300 millas de largo y 60 millas de ancho, dejando por debajo del agua a Sacramento, la capital de California.
Con este modelo los investigadores diseñaron dos posibles escenarios bautizados como “ArkStorm", o inundación de "proporciones bíblicas", que fue desarrollado en 2010, y ahora presentan la primera parte del segundo modelo llamado “ArkStorm 2.0".
Exceso de agua
Bajo este segundo modelo los investigadores descubrieron que una tormenta futura generaría entre 200 % y 400 % más de escorrentía en las montañas de la Sierra Nevada que en la tormenta de 1862, debido a que más precipitaciones caen en forma de lluvia en lugar de nieve.
Los investigadores aseguran que una “megatormenta” causaría "deslizamientos de tierra devastadores y flujos de escombros", y provocaría el desplazamiento de 5 a 10 millones de personas debido a las inundaciones.
Advierten que incluso con las medidas modernas de control de inundaciones, un evento similar al de 1862 dejaría partes de ciudades como Sacramento, Stockton, Fresno y Los Ángeles "bajo el agua", causando daños estimados en un billón de dólares.
“Todos los principales centros de población de California serían atacados a la vez, probablemente también partes de Nevada y otros estados adyacentes”, indicó Swain.
Aunque no ha ocurrido una inundación tan grande desde 1862, el modelado climático y el registro del paleoclima muestran que, por lo general, estas “megatormentas” ocurrían cada 100 a 200 años en la era anterior al cambio climático, advierte el estudio.