El estado de Texas ejecutó el pasado jueves 21 de abril a Carl Wayne Buntion, que a sus 78 años era el preso más anciano que ha enfrentado la pena de muerte en esa localidad y que estaba condenado por el asesinato en 1990 de un policía en Houston.
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Buntion recibió la inyección letal menos de una semana antes del momento en el que está prevista la ejecución de Melissa Lucio, la primera latina condenada a muerte en Texas, que insiste en su inocencia.
La de Buntion fue la primera ejecución de este año en Texas y se produjo poco después de que el Tribunal Supremo estadounidense rechazara el último intento de sus abogados de detenerla.
Antes de su ejecución en la cárcel de Huntsville, el preso se dirigió a los familiares de James Irby, el policía al que confesó haber asesinado hace 32 años durante una parada de tráfico.
"Quiero que la familia Irby sepa una cosa: Sí me arrepiento de lo que hice. Rezo a Dios para que (la familia) consiga consuelo por el hecho de que yo matara a su padre, al esposo de la señora Irby", dijo Buntion.
Agregó que:
"A todos mis amigos que me apoyaron todos estos años, no les voy a decir adiós, sino hasta luego. Estoy listo para irme".
Proceso en Texas
Buntion fue condenado a muerte en 1991, pero su ejecución se retrasó durante décadas debido a largas batallas legales sobre si los jurados como el que le había examinado debían tener en cuenta elementos como la enfermedad mental o la infancia del acusado.
La infancia de Buntion fue muy dura: su padre le rompió los huesos, quebró los dientes de su madre, mató a un hombre delante de su hermano y dejó a la familia sin casa tras perder la vivienda en una apuesta; y su hermano gemelo murió por disparos de la Policía.
Los abogados de Buntion alegaron este mes sin éxito que la edad del preso y sus décadas de buen comportamiento en el corredor de la muerte debían librarle de la pena de muerte.
Su ejecución fue la cuarta en lo que va de año en Estados Unidos, después de dos registradas en Oklahoma y otra en Alabama; y se produjo en un momento de fuerte expectación por los planes de Texas de administrar el próximo miércoles la inyección letal a Lucio en el mismo centro penitenciario.