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Guatemalteco es elogiado por apoyar a la reconstrucción de su comunidad luego del huracán

Este guatemalteco casi pierde su casa por el paso de Ian en Florida; no obstante, es uno de los latinos que más han apoyado a su comunidad para reconstruir lo dañado por el fenómeno natural. 

Daniella Escobar
04 de octubre, 2022 | 09:36 hs

El miércoles por la noche, de la semana pasada, el ojo del huracán Ian le arrancó el tejado a cientos de residentes de Florida.

Y el guatemalteco Luis Tojil no fue la excepción de los desastres que dejó el huracán ya que su casa se vio afectada enormemente. El inmigrante chapín vive en Port Charlotte, en la costa oeste de Florida junto a su hija de 19 años y otros compatriotas. Luego de una oscura y tormentosa noche de lluvia, pasó el día siguiente limpiando su vivienda inundada. 

Sin embargo, el viernes Tojil se activó y empezó a limpiar los árboles caídos y las tejas del techo de un condominio cercano a su residencia. 

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"Aquí estamos, ayudando a otros. Pero es lo que tenemos que hacer. Estamos ganando para la comida, estamos luchando para nuestra familia", dijo Tojil a una televisora estadounidense. 

Desde sumergirse casi hasta el pecho en las aguas de la inundación para cortar ramas caídas de grandes árboles hasta la frustración sus deudas personales. Entre las frustraciones personales de Tojil incluye el alquiler mensual de 1,700 dólares por la pequeña casa de dos cuartos y la deuda de 16,000 dólares al coyote que los ayudó cruzar la frontera por el desierto de Arizona hace aproximadamente 2 años. 

 "Ahorita que pasó eso no tenemos nada. No se si se va a enojar el dueño si no le pagamos", comentó Tojil.

A pesar de sus problemas personales Tojil busca ayudar a las comunidades afectadas y para que se recuperen del huracán Ian que aceleró a lo largo de un tramo de 115 millas de la costa oeste de Florida. Se ha confirmado la muerte de más 27 personas que la baja zona costera el cual inundó a las comunidades y dejó sus pertenencias bajo agua a más de 10 pies. 

Desastres en Port Charlotte

"Nos dio miedo porque nunca pasó esto. Hubo mucho ruido, pasó el aire y después vino la lluvia, y aquí estuvimos mojándonos", dijo Juana Tojil, la hija de 19 años de Luis Tojil describiendo las cuatro horas de terror que vivieron mientras el ojo del huracán Ian pasaba sobre ellos.

"Toda la noche estuvimos en la oscuridad, bajo la lluvia. Todos juntos allí, los cinco nos encerramos en el baño", agregó Juana.

"Estuvimos dentro del ojo todo el maldito tiempo, no paraba. Parecía que estaba lanzando pesados sacos de arena contra la casa", comentó un vecino de 56 años sentado frente de la casa de un vecino al otro lado de la calle de su casa dañada, donde su tejado negro se encontraba por pedazos en el jardín. "Fue una pura locura. Se sintió como si alguien te pusiera en una licuadora y se quedara contemplándote, riéndose de ti", agregó. 

Aproximadamente el 80% de los hogares sufrieron graves daños en los techos. Incluso algunas casas quedaron con las paredes reventadas, con grietas y en descubierto. 

Latinos a la obra

A pesar que hay mucho trabajo para los hombres en la jardinería y la construcción, es muy distinto para las personas que trabajan en restaurantes familiares y tiendas pequeñas que fueron dañados por el desastre natural. 

Miles de hispanos de bajos ingresos habían logrado tener crecimiento laboral en esta área hoy en día se encuentran sin trabajo. 

Juana Tojil, trabajaba en una taquería mexicana local, su responsabilidad era estar en cocina cortando carne y verduras. Pero su trabajo quedó en suspenso después de que Ian arrancó el tejado e inundó el local.

"Entró agua, no hay luz. Tenemos que esperar. Ahorita nos quedamos sin trabajo", dijo Juana.

Por suerte, su padre tendrá mucho trabajo mientras continúa la recuperación de Ian, probablemente durante meses. Pero está todo el día afuera, ayudando a arreglar los problemas de los demás junto a su equipo. 

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