Los miles de menores no acompañados que recién llegaron a los EE.UU. enfrentarán una cuesta arriba para tratar de regularizar su estatus migratorio.
Los menores migrantes no acompañados tienen un camino cuesta arriba para regularizar su estatus legal, pues la representación legal es muy costosa.
Tan solo en los tres meses pasados un poco más de 46.000 menores no acompañados ingresaron a los Estados Unidos por la frontera sur.
«El camino que le espera es a estos menores es muy complicado», dijo Jennifer Podkul, vicepresidenta de Niños con Necesidad de Defensa (KIND).
La experta asegura que los menores no acompañados son una población vulnerable para la cual es «prácticamente imposible navegar» por el sistema de inmigración sin asistencia legal.
Sin apoyo legal
Para noviembre del 2020, más de la mitad de los niños no acompañados que estaban en el país carecían de representación legal, según un estudio de KIND.
La investigación resalta que esto está lejos de ser un problema nuevo, «la subrepresentación de los niños no acompañados es crónica».
Por ejemplo, en el año fiscal 2013 solo el 46 % de los niños no acompañados en procesos de deportación tenían abogados.
La cifra empeoró en 2014, con solo el 14 %.
KIND ha pedido al Congreso para que actúe con prontitud en esta situación y asigne fondos a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) para proveer servicios legales para estos niños.
La presencia de abogados en las etapas tempranas de los casos de los niños no acompañados ayuda a evitar el aplazamiento de las audiencias, y las hace más eficientes.
EFE
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