Grupo originario de Santa Lucía Utatlán apoya a familiares de sus paisanos en los momentos más difíciles
Luciano 's Emergencias es el nombre del grupo de originarios de Santa Lucía Utatlán que apoya a las familias sololatecas a repatriar el cuerpo de sus seres queridos, quienes viviendo el anhelado “sueño americano” han fallecido por diversas causas.
La labor altruista de los integrantes de esta asociación, integrada solo por “Lucianos” radicados en Los Ángeles, California ha sopesado el dolor tan grande que han vivido quienes reciben la noticia de la muerte de algún pariente.
Ellos se encargan de todo el proceso de sepelio y trámites en Estados Unidos, así como la repatriación, el funeral y sepultura en su tierra natal, Santa Lucía Utatlán. Los gastos que asumen se aproximan a los 10 y 15 mil dólares, los cuales reúnen por medio de actividades entre la comunidad, como venta de comida, baratillos y colectas.
“Somos como 17 personas las que integramos Luciano 's Emergencias, todos trabajamos activamente en la causa. No ha sido fácil, pero es gratificante ver que no nos quedamos de brazos cruzados sabiendo que algún paisano necesita nuestro apoyo”, afirma Francisco Can, líder del grupo junto a Adán Chávez y Óscar Joj.
Francisco relata que cuando empezó esta iniciativa no sabían nada de los trámites necesarios, ni siquiera para entrar a un hospital y reclamar el cuerpo, menos acerca de la repatriación; sin embargo, se fueron asesorando y aprendiendo los procesos.
Ahora, la gente que ya sabe del grupo, los llama y ellos se encargan de enviar al personal necesario para que se haga cargo de los primeros trámites mientras los demás organizan actividades para recaudar fondos, pues la idea es que la familia del fallecido no pague nada.
Abarcan todo el proceso
“Hemos repatriado 66 cuerpos a Guatemala. Allá también tenemos apoyo de la comunidad y funerales Solares se encarga del proceso hasta la cristiana sepultura”, expresa Can, un sololateco que llegó en 2003 a Estados Unidos.
El agradecimiento y el cariño de la población de Santa Lucía Utatlán ha sido su mayor regalo, pues son considerados pobladores valiosos. Y hasta han sido objeto de reconocimientos. La labor que realizan es dura y triste, pues ocupan su tiempo después del trabajo para buscar los recursos, a veces sin tiempo para comer ni para llorar o consolar.
“Solo se le quiere dar consuelo a la gente y que su dolor no sea mucho más grande al tener que dar tantas vueltas para los trámites”, añade Can, quien también es llamado por paisanos que viven en otros estados para que los oriente con una luz en un camino lleno de dolor y angustia.