La chapina Emilia Alvarado ha destacado en los medios de comunicación y en eventos de Washington D.C., Maryland, Georgia y Nueva York
El talento de la guatemalteca Emilia Alvarado detrás de un micrófono es nato. A corta edad, en su natal Sacatepéquez había construído una carrera exitosa ligada a la radio, prensa y el canto. Y hoy en día es una de las voces femeninas más queridas en varios estados de la Unión Americana.
Su habilidad para comunicar y su voz versátil le abrieron campo para trabajar en Estados Unidos como locutora de una radio local en Georgia cuando tenía apenas 19 años. Su misma sed de éxito la llevó a abrirse campo en importantes radios en Washington D.C., donde radica y es famosa por conducir eventos, ser la voz de marcas e instituciones, además de cantar y conducir múltiples eventos.
Historia que vale oro
“En Guatemala participaba en certámenes artísticos de escuelas o de donde las organizaran. Solía quedar en los primeros lugares, siempre tuve una buena conexión con el micrófono”, cuenta Alvarado, una joven de 29 años, nacida en Antigua Guatemala, pero que vivió su infancia y adolescencia en Jocotenango.
Fue en un concurso de locución donde el director de una radio de Georgia se interesó en el trabajo de la chapina y la invitó a trabajar con él. Como cualquiera de su edad, sentía mucha emoción por esa gran puerta que se le abría, pero al mismo tiempo temor por dejar todo: su familia, sus comodidades, su país y lo que ya había construído profesionalmente.
“Mis papás me enseñaron a ser siempre proactiva y a luchar por mis sueños. Sabía que las oportunidades no llegaban dos veces y por eso acepté. Llegué a Georgia y trabajé para la radio Que Buena de la localidad de Alma”, recuerda Emilia.
La puerta que se abrió
Pero el camino al éxito empezaba a tornarse difícil y enfrentó el desempleo. “Sobrevivía con 20 dólares, fue muy duro”, expresa. Relata que fueron sus propios radioescuchas quienes le consiguieron trabajo en el campo, donde pizcó frutas y verduras, además de empacarlos. También laboró en construcción.
“Fue difícil esa etapa, pero me ayudó mucho a ser fuerte y no temerle a ningún trabajo”, explica, y reconoce que nunca dejó de perseguir sus sueños por lo que al mismo tiempo enviaba por correo sus demos de locución a varias radios de todo Estados Unidos.
Un día recibió la respuesta de una emisora en Washington en la que la invitaban a una audición, sin pensarlo acomodó maletas y decidió irse a vivir a la capital de Estados Unidos.
Fe y creer en sí misma
“Solo era una audición, pero yo presentía que me quedaría y así fue", afirma. La contrataron para cubrir turnos en La Mera, mera de Washington y sus sueños volvían a cobrar rumbo. Luego trabajó para la Jefa 700 y Radio Capital.
Por la pandemia ha tomado un receso de las radios, pero su voz sigue conquistando corazones y canta en diferentes eventos, también conduce actividades y graba comerciales. Ha sido considerada como la locutora favorita de los Hispanos en Estados Unidos.
También fue la voz comercial de Telecel en toda la Unión Americana. Actualmente combina su trabajo de coordinadora de tratamientos y recepcionista de una clínica dental con el de comunicadora, pues conduce eventos que resaltan la cultura guatemalteca como festivales, desfiles y celebraciones en Washington D.C., Maryland, Georgia y Nueva York, entre otros estados.
Es proactiva en actividades relacionadas con Guatemala y también ha hecho obra social en favor de sus connacionales tanto en Estados Unidos como en Sacatepéquez. Los fines de semana atiende su negocio de bebidas y platillos elaborados con mariscos, los cuales han sido un éxito.
“Siempre me verán haciendo algo, soy de las que no se queda tranquila hasta alcanzar mis objetivos. Pienso que si venimos aquí sacrificando tanto al dejar nuestro país debemos de luchar por nuestros sueños, momentos duros todos lo vivimos, pero hay que hablarlo o pedir ayuda, la idea es salir adelante”, manifiesta la antigueña.