El sololateco Lorenzo Tambriz y Tambriz es un exitoso empresario radicado en Los Ángeles, en California. Chapines USA habló con este guatemalteco y esta semana te lo presenta en la sección «Héroes Chapines», debido al trabajo que durante casi 20 años ha realizado en Estados Unidos.
La historia de Lorenzo tiene varios momentos trágicos, los cuales le motivaron ha buscar mejores condiciones para él y su familia.
Su mamá murió mientras daba a luz a Lorenzo, y él era el primer hijo del matrimonio Tambriz y Tambriz. No tiene hermanos.
Cuando tenía entre 6 y 7 años, un grupo de hombres atacó a su papá y lo mató. Ese hecho causó que a tan temprana edad tuviera que salir de la comunidad, ubicada en un área de Sololá que colinda con Suchitepéquez, ambos departamentos de la región suroccidental de Guatemala.
Cuando Lorenzo tenía 14 o 15 años salió de Guatemala, porque decidió buscar mejores oportunidades. No iba acompañado por ningún familiar en el viaje que emprendió a EE. UU.
Los latinos que llegan a la unión americana se enfrentan a una dificultad: el idioma. Estos tienen que aprender a hablar inglés para encontrar un mejor trabajo.
Pero el sololateco tenía un problema más grande, porque no hablaba español de manera fluida, solo sabía unas cuantas palabras. La mayor parte del tiempo se comunicaba en su idioma natal, el K’iche’.
Prosperidad del sololateco
Con los años, Lorenzo aprendió el estilo de vida en EE. UU. y se adaptó a las exigencia del trabajo. Así, adquirió conocimientos que ahora le sirvieron para empezar su propia empresa.
Se dedica a darle mantenimiento a oficinas y viviendas, por lo cual tiene habilidades en fontanería, construcción, elecricidad y otros oficios.
El principal ejemplo de lucha es él, pues ve en otras personas su mismo interés de mejorar. Su empresa emplea a 14 personas y está en búsqueda de más trabajadores.
Todo su esfuerzo y sus resultados se resumen en una frase que con frecuencia pronuncia:
«Solo los grandes guerreros pueden cumplir sus sueños».