El costo de la salud en los Estados Unidos es alto, y para muchos, el acceso a un seguro médico es esencial. Estas son las opciones que se le ofrecen a los migrantes.
Las leyes federales restringen la ayuda para costear gastos médicos a personas indocumentadas, excluyéndolas de Medicare, Medicaid y Obamacare o ACA. Sin embargo, existen excepciones cruciales que pueden marcar la diferencia en situaciones de emergencia.
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Asistencia de emergencia
Aunque el acceso a recursos federales está limitado, la ley garantiza que los hospitales proporcionen servicios de emergencia a inmigrantes indocumentados, estabilizando su condición sin importar su estatus migratorio o situación económica.
Centros de salud calificados federalmente (FQHC)
Estos centros ofrecen servicios preventivos, dentales y de salud mental sin indagar sobre el estado migratorio. Con aproximadamente 1,400 centros en todo el país, operan con tarifas basadas en los ingresos del paciente.
Apoyo estatal para niños y jóvenes
Estados como California, Nueva York, Illinois, Massachusetts, Washington y el Distrito de Columbia cubren servicios médicos para niños de familias de bajos ingresos, independientemente de su estatus migratorio, hasta los 18 años (o 25 en el caso de California).
Algunos inmigrantes indocumentados acceden a seguros médicos a través de empleadores o cónyuges empleadores, donde el trabajador asume parte de la prima y el empleador el resto.
¿Qué hacer si no califica para seguros de salud o atención médica gratuita?
Si ninguna opción anterior aplica, quedan dos alternativas:
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Pago Directo: Riesgoso, ya que implica costos médicos elevados sin ayuda. Una visita a la sala de emergencias puede superar los $3,000 y un viaje en ambulancia, más de $1,000.
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Compra Privada de Seguros Médicos: Abierta a cualquier persona en EE. UU., pero los costos varían según diversos factores. Se debe considerar que planes más económicos ofrecen menos cobertura, con costos que pueden superar los $1,000 al mes por familia.
Sin embargo, si algunos miembros son ciudadanos o residentes permanentes, estos pueden aplicar a Medicaid, CHIP u otros planes de salud de bajo costo sin requerir información migratoria de los padres indocumentados.