Autoridades de migración en EE. UU. aplican el Título 42 como medida para evitar la propagación del covid-19 en el país.
Al cumplirse dos años del establecimiento de polémico Título 42, que ha expulsado de forma expedita a más de 1.6 millones de inmigrantes amparado en una ley sanitaria, activistas marcharon el pasado lunes 21 de marzo en Washington DC contra esta medida que influye en la migración y es considerada como «racista» e «ilegal».
Con carteles con textos: «Restablecer el asilo, ahora», «Alto a las deportaciones» y «Bienvenidos con dignidad», los manifestantes instaron de nuevo al presidente Joe Biden a poner fin al uso de la medida.
El uso de esa norma sanitaria, que autoriza la expulsión expedita de extranjeros que lleguen a la frontera y a quienes se les considere como un riesgo para la salud pública, comenzó durante el gobierno del ex presidente Donald Trump.
Decenas de organizaciones no gubernamentales, religiosas y de quienes abogan por los inmigrantes se congregaron frente al Hotel Trump, en Washington DC, y marcharon las tres cuadras hasta la Casa Blanca reclamando la cesación del Título 42.
«Desde su inicio el Título 42 ha sido tan ilegal como cruel», afirmó Neela Chakravartula, del Centro para Estudios de Género y Refugiados.
Migración
El gobierno de Biden continúa usando el Título 42, aunque eximió de la expulsión a los inmigrantes menores de edad que llegan a la frontera sin compañía de adultos responsables.
Dos semanas atrás un tribunal federal en Washington DC prohibió que, bajo el Título 42, sean expulsadas las familias a sitios donde puedan sufrir persecución o torturas.
Lee Gelernt, abogado de la Unión de Libertades Civil (ACLU) dijo que «el Título 42 fue un pretexto horrendo del gobierno de Trump para expulsar a personas que buscaban asilo».