CNN destaca a guatemalteca por impulsar la educación y el desarrollo de los niños en su comunidad

Durante la guerra civil de Guatemala que duró décadas, se estima que 200,000 personas fueron asesinadas. Entre ellos estaba el padre de Brenda Lemus… Bernardo Lemus Mendoza, un destacado estudiante, profesor e intelectual que alzó su voz en contra del gobierno.

“Había mucha gente que luchaba por sus derechos, que estaba siendo reprimida. Mi padre luchó por el derecho a la educación y acceso al trabajo. Fue perseguido, fue exiliado del país muchas veces y finalmente fue asesinado”, comenta Brenda Lemus.

El padre de Brenda creció en Purulhá, Baja Verapaz a varias horas de la ciudad de Guatemala. Sin embargo, a pesar de la distancia y los obstáculos que se le presentaron en el momento, logró graduarse de la escuela y eventualmente convertirse en el director financiero de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Durante el proceso de paz, el gobierno guatemalteco quiso honrar la memoria de los asesinados en la guerrilla. Así que para conmemorar a Bernardo y su amor hacia la literatura, el gobierno donó 180 libros a su familia para iniciar una biblioteca en su ciudad natal. 

Y en ese momento fue cuando la aventura de Brenda inició… En el 2011 Brenda se mudó junto con su familia a Purulhá y se dedicó a trabajar en la biblioteca en honor a su padre… “Biblioteca Bernardo Lemus Mendoza”.

“La juventud de la comunidad tenía muchas necesidades, especialmente en educación. Pero todos los libros que nos dieron… eran sobre el conflicto armado. Ninguno de ellos era para niños o jóvenes, y no había libros de texto en absoluto”, comenta Brenda al observar que la comunidad tenía falta de recursos. 

Los niños llegaban a la biblioteca en búsqueda de libros para poder ir a la escuela y hacer sus tareas ya que muchas familias no podían pagar los útiles escolares. En ese momento, Lemus se dio cuenta de la necesidad y las ganas que los pequeños tenían de aprender, logrando que las escuelas donaran libros. Sin embargo, otro factor importante que no tenían a mano los estudiantes era el papel.

“Me hizo pensar en cuando era más joven, iba a la escuela y escondía mis cuadernos porque no quería hacer la tarea. lo tenía todo Y, sin embargo, aquí había un grupo de niños que no tenían nada, aferrándose a un papel podrido para poder tomar notas. Eso me llenó de compasión por estos niños. Quería ayudarlos tanto como pudiera”, dice Lemus. 

Al darse cuenta de que los jóvenes de Purulhá estaban creciendo en condiciones similares a las de su padre, Lemus no solo quería atender sus necesidades, sino también ayudarlos a romper el ciclo de pobreza intergeneracional.

En 2012, cofundó Yo'o Guatemala, una organización sin fines de lucro cuyo nombre significa "juntos vamos". La fundación inició únicamente con programas extracurriculares pero notó que muchos estudiantes tenían problemas para concentrarse.

“Tuve que repetir los temas a menudo hasta que uno de los niños me dijo: ‘Por favor, no me lo vuelvas a repetir. Simplemente no puedo concentrarme porque tengo mucha hambre”, recuerda la mujer altruista, en ese momento se dieron cuenta que muchos niños estaban desnutridos y les era imposible concentrarse.

Su organización inició un programa de nutrición para más de 40 familias que sufrían de desnutrición crónica y desde entonces se ha expandido, brindando extensos programas de alfabetización, salud y desarrollo comunitario.

El objetivo de Brenda es asegurarse que los niños de la comunidad reciban una educación adecuada, coman bien y salgan adelante con las mismas oportunidades como si fueran sus propios hijos. Su motivación y objetivo es dignificar la memoria de su padre y dignificar la vida de los hijos de Purulha.

Hoy en día, la biblioteca sirve como una luz de esperanza y un centro de aprendizaje para los niños y jóvenes que viven en la comunidad y Yo'o Guatemala es una organización que apoya a las familias de la comunidad.