Conoce el busito “Chivo” de unos quetzaltecos que venden helados en Virginia
Emprendedores guatemaltecos hacen realidad el sueño de tener su propio busito de helados, el cual recorre el estado de Virginia.
Hace dos años, ChapinenUsa dio a conocer la historia de los esposos quetzaltecos Marleny Pérez y Elías Rojas, quienes todas las tardes promocionaban los Helados artesanales Xelajú por las calles de Arlington y Fairfax del estado de Virginia.
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La pareja emprendedora utilizaba un carro o una tradicional para vender los helados con el sabor auténtico al estilo Cabricán, Quetzaltenango.
El esfuerzo, amor por el sabor tradicional chapín y el gran trabajo han dado frutos, y para este verano 2024 han estrenado su busito, el cual tiene detalles impresionantes de Guatemala y por supuesto: los colores de Xela.
Chapines de éxito
En entrevista con Chapinenusa, Marleny Pérez comparte la historia detrás de esas bolas congeladas de sabor incomparable.
Su abuelo era heladero, y su papá era el ayudante cuando era niño y adolescente.
Al terminar sus estudios de diversificado mi padre se dedicó a la docencia y dejó los helados, pero nunca se le olvidó cómo era esa experiencia de empujar y jalar la carreta, la cual nos la compartía”, afirma la emprendedora chapina.
Marleny recuerda que el hielo era traído por su abuelo hasta la ciudad de Quetzaltenango y era sorprendente ver los bloques envueltos en viruta. Ella aprendió de primera mano la receta familiar.
Pequeña negociante
De niña vendía chocobananos y helados de bolsita en la escuela, esos eran los primeros signos de que el emprendimiento lo llevaba en la sangre. Al llegar a Estados Unidos hace 10 años, apoyada por su esposo vendió tamales, chuchitos y distintos platillos.
Ahora en conjunto tienen una pequeña compañía de construcción y le dan trabajo a otras personas. Además de la necesidad de probar algo auténtico chapín ideó hacer sus propios helados con la receta original de su abuelo.
Mi hijo mayor me sugirió la idea, no me animaba porque no contaba con los materiales, pero probé con lo que tenía y me salió. Le pedí a mi padre que me mandara el barril tradicional que se utiliza para hacerlos y lo consiguió. El pedido llegó en octubre del año pasado hasta Virginia, fue un momento muy emocionante”, relata.
Ese día conoció a Antonio y Ana, una pareja emprendedora de Maryland que les ofreció espacio para promocionar los helados. A partir de ese momento, todos los fines de semana llegan a Maryland a vender sus postres fríos, también lo hacen por las tardes en el área donde viven en Virginia.
Mucha gente de otros estados y ciudades como Alabama, New York, Carolina del Norte y Nueva Jersey los busca.
Cortesía
Ahora ya tienen una réplica de aquella carreta que su padre ayudaba a empujar en Cabricán y también un bus “chivo” el cual decoraron con todo el corazón y el orgullo por venir de la “Tierra del Quetzal”.
¿Sus sueños?, estos se están cumpliendo, pues hace dos años el bus era solo una meta, ahora es una realidad.
* Historia redactada por Llezica Xot para ChapinenUsa. Derechos reservados