Ella es originaria de Concepción Chichirichapa y él de San Martín Chile Verde, se conocieron trabajando en construcción y ahora tienen dos heladerías que recorren Virginia, Maryland y Washington.
La historia de Sonia Marisol Lorenzo y Miguel Ángel Vásquez es inspirador Ambos son del mismo departamento, pero nacieron en distintos municipios, ella es de Concepción Chichirichapa y él de San Martín Chile Verde, Quetzaltenango.
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Individualmente buscaron en Estados Unidos el camino de la superación personal y el apoyo para el desarrollo de sus familias sin imaginar que el trabajo en construcción uniría sus vidas en Arlington, Virginia.
Ahora, conforman una de las parejas más emprendedoras del estado de Virginia en donde han dado vida a dos heladerías móviles y dan trabajo a varios guatemaltecos. La primera es Snow Cone Swift, un bus que decoraron con estampas de Guatemala, la cual vende desde nieves, granizadas hasta ensaladas de frutas con el auténtico toque chapín.
Conoce la historia completa en este video↓
En tiempos de pandemia
De acuerdo con Vásquez, este primer emprendimiento surgió en tiempos de pandemia con la idea de llevarle un poco de dulzura a las personas en tiempos muy difíciles y empezaron vendiendo granizadas en un carro pequeño.
Se nos ocurrió que podíamos brindarle a la gente algo rico y ponerle un poco de dulzura a esos días tan complicados, por eso nos atrevimos a salir", recuerda.
Afirma que la aceptación de las personas fue muy buena y gracias a ello, dieron vida al busito de Snow Cone Swift, el cual recorre las calles y avenidas del área triestatal de Washington con sabrosos alimentos fríos.
Son invitados a festivales, también cubren eventos sociales y salen los fines de semana a vender sus productos.
El fronterizo
Pero el ingenio y la motivación de la pareja emprendedora quetzalteca no quedó solo en un bus heladero grande. Este año idearon vender helados artesanales guatemaltecos, los cuales no podían ser tan chapines si la carreta no fuera una réplica de los buses extraurbanos de Guatemala.
Desde que era niña vendía helados, mi papá hace en mi pueblo y yo aprendí a hacerlos. Quise que nuestros helados fueran iguales a los que se venden en Xela", explica Sonia, quien recalca que Fronterizo es la heladería de su papá y en honor a él y su trabajo también hay Fronterizo en Estados Unidos.
"La receta es auténtica y todos los productos llegan de Guatemala. La idea es que nosotros podamos tener aquí un producto nostálgico guatemalteco", comenta la joven emprendedora.
El busito es creación de Váquez quien lo armó de cero. Lo pintó y le agregó detalles únicos guatemaltecos. También lleva música y suenan melodías en marimba.
No tiene campanilla, pero si un claxon que alerta que va llegando el busito cargado de helados y de sueños materializados de chapines trabajadores y emprendedores.