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Cinco latinos votan por primera vez en EE.UU. y cuentan sus motivaciones

EFE
02 de noviembre, 2020 | 20:35 hs

Votar por primera vez es para muchos un objetivo en la vida. No es solo la certeza de que su sufragio puede marcar la diferencia, sino hacerlo con la idea de que uno representa de esta forma a todos los latinos, muchos de los cuales no pueden sufragar este 3 de noviembre.

Ante la importancia de estas elecciones, tan polarizadas y que analistas califican de históricas, por lo que está en juego si gana la reelección el presidente Donald Trump o llega a la Casa Blanca el candidato demócrata, Joe Biden, Efe ha salido a la calle a preguntar a cinco latinos que votan por primera vez en estos comicios.

Así expresaron sus motivos, sueños y expectativas.

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Humberto Recinos «Chele», 25 años (El Salvador)

Votar es un derecho que por primera vez en su vida está ejerciendo el salvadoreño Humberto Javier Recinos Milla. Lo hace porque quiere garantizar el acceso a la salud que tanto necesita, ya que nació con síndrome de Down.

El inmigrante se hizo ciudadano en octubre de 2019 después de residir 19 años en Estados Unidos y una intensa lucha que emprendieron sus padres para que el joven se naturalizara.

«Apenas se hizo ciudadano, se registró para votar, y yo estoy autorizada para ayudarle a llenar la boleta electoral, por lo que hicimos el proceso juntos», contó a Efe Ana Bessie de Recinos, madre de Humberto, al que cariñosamente le dicen «Chele».

Vivaracho y con una sonrisa en su rostro, Humberto depositó su voto de forma anticipada en el condado de Los Ángeles, junto con sus padres, ambos salvadoreños.

La madre salvadoreña está convencida de que uno de los votos más importantes de su familia en esta elección es el de su hijo.

«Los votos de personas con discapacidades son muy importantes porque son el llamado real de los ciudadanos más vulnerables para que no se los deje en el olvido». 

Ana Bessie de Recinos, madre de Humberto.
Humberto Recinos, 25 años.

Sheila Bermúdez, 37 años (Venezuela)  

Esta vecina de Palm Beach (Florida), ciudad a la que se ha mudado hace un año desde Nueva York, ha votado por primera vez en esta localidad del sur de Florida a través de la votación temprana, modalidad que prefiere en vez del voto por correo porque opina que para ejercer este derecho «se debe ir en persona».

«No quería perder la oportunidad de votar, porque es un derecho y un deber», dijo a Efe esta estadounidense hija de padres venezolanos, país al que se mudó con su familia cuando tenía 4 años de edad.

Señala que las promesas que haya hecho algún candidato hacia ese país latinoamericano, con el que el Gobierno de EE.UU. mantiene una intensa batalla diplomática, no ha sido un factor decisivo en su voto, sino «la estructura, el sistema» detrás del aspirante a la Casa Blanca. «No la persona, sino el partido», precisó.

Para estas elecciones al fin logró registrarse y ha sufragado en lo que ha sido, dijo, un proceso muy bien organizado y que no le demandó ni dos minutos. Más que empujada por lo que podría ser una coyuntura especial o única en este país, lo ha hecho porque considera que en general cualquier proceso electoral «es importante».

«No tengo ningún comentario negativo de este país, me gusta y lo que te queda es adaptarte».

Sheila Bermúdez, 37 años. 

Sara Meléndez, 43 años (El Salvador) 

Nacida en El Salvador, Meléndez llegó a Estados Unidos en 1984 y trabaja como maestra en Alexandria, en el estado de Virginia.

Después de casi dos décadas, la oportunidad de hacerse ciudadana nunca le había importado demasiado, pero todo cambió en los últimos cuatro años, debido a los «acontecimientos» ocurridos con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca y «cómo ha humillado a los latinos»

Por ello se dijo que «no es justo» que pudiendo ella ejercer su derecho al sufragio, contar un voto, uno que además que puede hacer la diferencia, no aprovechase esta oportunidad.

De esta forma, dice, su sufragio «puede hablar por los que no pueden votar» y demostrar además que los latinos representan un «número importante en este país».

Sara Meléndez, 43 años.

Gabriela Barrera, 19 años (Colombia)

Convencida de que puede ayudar a generar un cambio a sus 19 años, la colombiana participó por primera vez en su vida en una elección presidencial, y lo hizo de manera anticipada en Los Ángeles.

La joven inmigrante, que nació en Colombia, y adquirió la ciudadanía por ser hija de una estadounidense, dijo estar muy molesta por el racismo que enfrentan las minorías, y en especial los latinos, durante el gobierno del presidente Donald Trump.

«Su mentalidad, sus ideas (las de Trump) son equivocadas y no están de acuerdo con la ley», respondió al ser cuestionada por Efe sobre la actuación del mandatario.

Barrera, que estudia segundo año de antropología forense y que aspira a pertenecer a una de las agencias federales de investigación del país, es muy estricta cuando se trata de la aplicación de la ley.

«No podemos permitir que se juzgue a una persona por su color de piel o por si tiene o no dinero, la ley debe aplicarse a todos por igual, cuando hay un desbalance en esto las injusticias comienzan».

Gabriela Barrera, 19 años.
Gabriela Barrera, 19 años.

Daniel Flores, 19 años (EE.UU.)

Este estudiante universitario es uno de los 3.6 millones de jóvenes latinos que cumplió sus 18 años y dice estar «orgulloso» de poder votar por primera vez para elegir al próximo presidente del país.

Este neoyorquino aseguró a Efe que para él es una «responsabilidad» ejercer ese derecho que le ha costado a las minorías lograr y que en el pasado sólo era permitido a hombres blancos ricos.

«Antes el derecho para votar era si eras blanco, protestante y tenías tierras» y luego se extendió a negros y mujeres, indicó el joven votante, hijo de una emigrante ecuatoriana que llegó a Nueva York en el 2000 y de un «neoyorrican».

«Es importante que yo exprese lo que creo porque hay mucho en juego y tenemos que dejar oír nuestra voz. Tenemos intereses y yo, como joven en la universidad, tengo mis intereses y los expreso apoyando los candidatos que creo pueden ayudarme a mí, mi familia, mi comunidad latina y el país en general».

Daniel Flores Acosta, 19 años.

Flores, en su segundo año de universidad y que se identifica como demócrata, votó por adelantado porque cree que las largas colas que han caracterizado este proceso a través del país pueden ser peor el 3 de noviembre.

«Tienes tanto poder con tu voto. Quiero asegurarme que mi voz cuente, que esté ahí este año y en cada elección», puntualizó.

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